Cómo sobrevivir a la organización de una Comunión
Comienza el día, todos están muy nerviosos y les acechan las prisas de última hora. Planchar los trajes hasta que no quede ni una arruga, acicalarse el pelo durante horas en la peluquería, vestir a los niños y que no se manchen, controlar que no se olvida ningún detalle y salir corriendo hacia la iglesia. Luego pensar en coger el coche, dar vueltas para aparcar en la iglesia, luego más vueltas para aparcar en el convite, lo que implica salir antes porque el aparcamiento está complicado. También recoger a los abuelos, que estarán locos de contentos por ver a sus nietos y mirando el reloj cada cinco minutos para llamarnos si nos retrasamos lo más mínimo. ¡Madre mía, vaya día!
Luego recuerdas que tomaste una sensata decisión y contrataste un autobús para los traslados y sientes un alivio instantáneo. Ahora bajamos y el autobús nos estará esperando en la puerta de casa y luego vamos recogiendo a todos los familiares en sus casas, primero a los abuelos para que vayan todo el camino achuchando a los nietos. ¡Menos mal que el autobús está puntual esperándoos a todos en la puerta para llevarnos a la iglesia! Esto es una maravilla, una vez fuera de casa, se acaba el estrés y las prisas y comienza una Comunión inolvidable en la que sólo tendrás que preocuparte de sonreír y de pasar un día familiar por todo lo alto.
Servicio alquiler autobús
Hay ocasiones especiales, como las comuniones, en las que uno no puede escatimar. La familia se merece lo mejor en este tipo de eventos, así que no lo dudes más y cítalos para disfrutar de una fiesta a la altura de las circunstancias, dejando que os mimen en todos los aspectos, desde lo culinario hasta los traslados.
Entre las ventajas que tiene alquilar un autobús, podemos encontrar la flexibilidad horaria tanto para la ida como para la vuelta, la cual podremos alargar más si nos apetece. También contaremos con la cortesía y amabilidad de un conductor, que nos llevará hasta la puerta del lugar, acercándose lo máximo posible para hacernos más fácil la llegada.
Además, podremos tomarnos el convite con calma e incluso comer con algo de vino, sin preocuparnos por la vuelta a casa. Con el alquiler de un autobús, toda tu familia y tú volveréis a casa con la mayor seguridad y tranquilidad.
